La DGT y el Ayuntamiento exigen explicaciones a la compañía de Elon Musk, que probó su tecnología de conducción autónoma en zonas céntricas de la capital sin autorización previa.
Tesla ha vuelto a desatar la polémica, esta vez en el corazón de Madrid, al realizar pruebas de su sistema de conducción autónoma sin contar con los permisos exigidos por la DGT ni el ayuntamiento madrileño. Las autoridades exigen explicaciones mientras crece el debate sobre el futuro de la movilidad y los vacíos legales que rodean a estas tecnologías.
El vídeo viral del Tesla autónomo en Madrid que levantó las alarmas
La difusión del vídeo en el que se observa a un vehículo Tesla operando bajo el sistema “Full Self-Driving (Supervised)” activó rápidamente las alertas. Tanto la Dirección General de Tráfico (DGT) como el Ayuntamiento de Madrid han confirmado que la empresa no contaba con los permisos necesarios para realizar este tipo de pruebas en la vía pública.
El video muestra un recorrido con tráfico por el centro, por calles de varios carriles, bicicletas, cruces, calles estrechas, peatones. De hecho, el video empieza saliendo de una plaza de aparcamiento y termina aparcando. Todo sin asistencia del conductor.
La normativa, al margen
Según fuentes oficiales, Tesla no solicitó la autorización municipal ni presentó un informe técnico previo ante la DGT, lo que supone una infracción de la actual legislación de tráfico y seguridad vial. La Comunidad de Madrid, por su parte, también se ha sumado a las advertencias. “Con estas cosas no se puede jugar”, sentenció Jorge Rodrigo, consejero de Transportes.
En España, las pruebas con vehículos autónomos sólo pueden realizarse en entornos controlados y bajo protocolos muy estrictos. La actual regulación no permite la circulación autónoma en tráfico abierto sin supervisión directa y con autorización expresa.
Madrid como laboratorio no autorizado
La polémica se agrava por el hecho de que Madrid ha sido utilizada por Tesla como una más de las paradas europeas de su “tour tecnológico”, tras probar su sistema en ciudades como Ámsterdam, París o Berlín. Sin embargo, a diferencia de otras capitales, en Madrid la compañía habría operado al margen de los cauces legales establecidos.
Posibles consecuencias legales
El Ayuntamiento y la DGT ya han exigido explicaciones formales a Tesla y podrían imponer sanciones económicas. Además, el caso podría derivar en una revisión del marco normativo español para definir con mayor precisión los requisitos y límites de las pruebas de conducción autónoma en espacios públicos.
Innovación vs. regulación: un debate abierto
Este episodio reabre el debate sobre hasta qué punto la innovación tecnológica debe anticiparse —o someterse— a las regulaciones locales. Tesla defiende que su sistema Full Self-Driving es supervisado y requiere atención del conductor, pero la ejecución de estas pruebas sin coordinación con las autoridades pone en cuestión el modelo de expansión de la firma de Elon Musk.
¿Y ahora qué?
A la espera de una respuesta oficial por parte de Tesla, el Gobierno estudia endurecer los controles y permisos para empresas tecnológicas que operen en el ámbito de la movilidad autónoma. Mientras tanto, Madrid se convierte en un inesperado símbolo del choque entre el avance tecnológico y la necesidad de garantizar la seguridad vial y el cumplimiento de la ley.
Con la prueba de Tesla del coche autónomo en Madrid vemos un futuro prometedor, pero a la vez incierto. ¿Quién será más seguro conduciendo? ¿Un humano o un coche autónomo? ¿Quién tomará mejores decisiones ante un riesgo real?
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